jueves, 19 de abril de 2012

UBUD "Yogi moments"

UBUD
Yogi moments

A Bali llegamos como los señores: en avión. Y no en cualquier avión, no en un ryanair indonesio cualquiera no no no, llegamos en un avión de Qatar Airways, pantallita individual con películas recién estrenadas en los cines incluida (chúpate ésta asgae). Y en el aeropuerto nos espera Eric, el amigo de Pau*, que ha sido enviado a recogernos porqué Pau está muy bien relacionado aquí en Bali.


Eric nos lleva a los bungalows de Nyoman, un escultor cuyo arte va directamente a las estanterías de su tienda de artesanía, a través de la cual, a su vez, se llega a dos casitas típicas balinesas. En su interior contienen la cama más grande jamás vista por el ojo humano y un baño en el que cabría nuestro piso de Barcelona entero dentro. Estamos tentados a decirle que se han equivocado, que todo eso es demasiado para nosotros, convencidos de que no podremos pagarlo. Pero hay que intentarlo. El precio de inicio estaba en 250.000 rupias y ya hemos conseguido bajarlo a 200.000 antes de llegar. Después de un tira y afloja con Nyoman la cosa queda en 130.000 con lavadora y cocina. Buen precio.
Encontramos a Pau la misma noche de nuestra llegada. Tiene mi planes para los próximos días y nos invita a unirnos a todos. Así que después de 5 minutos hablando con él ya hemos quedado en que al día siguiente iremos a una clase de masaje tailandés que da su amigo Carlos, y a la 1 de la madrugada saldremos de Ubud para ir a ver la salida del sol en la cima del volcán de Bali. Al siguiente día hay un concierto de mantras al que hay que ir porqué estará todo el mundo y después no nos podemos perder el Body Work and Desserts. Además queremos ver los campos de arroz que rodean Ubud y ¿qué es el monkey forest?.

La clase de masaje tailandés se desarrolla en un espacio bonito y tranquilo como deben ser los centros de yoga, y resulta muy interesante, sobretodo para Carles que nunca antes había estado en una clase en la que tuviera que presentarse al inicio, tocar a personas que no conoce y relajarse, sobretodo relajarse. En la clase empezamos a conocer a los que formarán la comitiva que ascenderá al volcán esa misma madrugada. Y acabaremos de conocerlos a todos cuando a la 1.30 llegamos al campo de fútbol donde hemos quedado con los conductores. Después de un par de horas de carretera y el desayuno más temprano que hemos tomado jamás llegamos al pie del volcán.
Desde allí nos esperan 2 horas de ascenso a la luz de las linternas para acabar viendo salir el sol en lo alto del volcán. Bonito. Pero el momento más bonito, más mágico, se produce cuando Pau y Ale deciden regalarnos un poco de Acro Yoga. Esto es lo que vemos en la cima de un volcán de Bali poco después de la salida del sol:

Para rematar la excursión los guías nos llevan hasta una cueva que consideran sagrada, pues hay un templo en su interior. Hay que atarse algo a la cintura para entrar. Al fondo esta el altar y frente a él, las 14 personas que formamos el grupo, nos quedamos en absoluto silencio y en la más negra de las oscuridades. Durante todo ese rato solo se oye el agua filtrarse entre la roca y caer en forma de gotitas pequeñas sobre nuestras cabezas. El silencio termina en un largo ooooommmmmmmmmm….













Llegamos rebentados a casa y dejamos las demás visitas para el día siguiente. Hace días que oímos hablar del monkey forest, así que al día siguiente nos vamos a visitarlo y una vez más, cuando el nombre de un sitio lleva la palabra monkey es porqué el sitio está lleno de monos. Monos por todas partes en un parque que parece sacado del Señor de los anillos.

Una agradable visita que termina con un paseo por la zona más tranquila de Ubud.









Por la noche toca concierto de mantras. Quizá un nivel un poco alto para los que hace 2 días que somos yogis. Para el que no haya estado nunca en un concierto de mantras diremos que se parece un poco a una misa gospel, solo que sin altar. Aquí los músicos se sientan en el suelo y los feligreses bailan o cantan o ambas cosas o ninguna. Las canciones son fáciles de aprender pues se trata de una sola frase que se repite todo el rato con distinta intensidad. Al finalizar el concierto empieza el Body Work and Desserts, se trata de darse masajes unos a otros y también darse postres. En realidad creemos que no acaba de salir como esperaban porqué mucha gente después del concierto se ha ido retirando, aunque hay algunos que ya empiezan a masajearse y a volarse y nosotros nos vamos que el día ha sido largo.


Al día siguiente ya solo nos queda recorrer los campos de arroz, pero antes hay que pasar por el dentista porqué a Gemma se le ha roto una muela comiendo un pan con pipas. La dentista es una chica muy mona que le arranca la muela a Gemma tirando con unas pinzas "Solo con las pinzas" dice al arrancarlo. "agmmmuagaug" contesta Gemma que en estos últimos minutos solo ha visto a una balinesa con unas pinzas y una luz parpadeante que le preguntaba qué muela quería que le quitase. "¿Cómo que cuál? ¡La que se mueve!" Dos cajas de pastillas y un enjuage bucal después seguimos nuestro viaje con una muela menos. Mejor que hay que aligerar peso de donde sea.
Y la última visita de Ubud se la dedicamos a los campos de arroz. Por fin después de 7 países del sudeste asiático pasamos una mañana paseando por unos campos de arroz.
A la mañana siguiente estaremos ya en las islas Gili.

G&C



*Pau: abreviación de Pau Castellsagué. Amigo de Carles de toda la vida con el que compartió piso un tiempo en Barcelona. Actualmente Pau se dedica al Acro Yoga, disciplina comentada e ilustrada en este mismo post.

2 comentarios:

  1. Aixó si que son activitats diferents, sobre tot la del queixal! Espero que ja estigui be i no hagi afectat gaire la vostra aventura.
    Petonets i a seguir!
    Mami

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  2. hola nois, os seguimos en vuestra ruta, estais en Indonesia, verdad?. que GUAY. debe ser otro lugar paradisiaco, que bien.
    os queremos muxxxxxoooooo
    que Gemma se cuide mucho y tu Carlos tambien
    MA. fransis

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