SINGAPUR "La ciudad del futuro"

SINGAPUR
La ciudad del futuro

"Año 2035. Aeropuerto de Singapur. Salgo del lavabo. Al levantarme se acciona la cadena automática. Pongo las manos bajo el grifo para que se active el dispensador automático de agua y jabón. Me lavo las manos y antes de salir me dirijo a la pantallita táctil valoradora dónde debo indicar mi grado de satisfacción con el servicio recibido. Salgo al vestíbulo, a cada lado las pantallas de leds lanzan publicidad indiscriminadamente. Hay ordenadores para usar internet de forma gratuita y wi-fi en todas partes"

Menos lo de que estamos en el año 2035 todo lo demás es real. Singapur es la ciudad del futuro. Y está en medio del sudeste asiático. Es algo así como una isla dónde el tiempo hubiera transcurrido a otra velocidad. Y además, ¡además está limpia! No, limpia no, ¡esta limpísima! A uno se le olvida que está en Asia. La gente no escupe por la calle, hacen cola unos detrás de otros y esperan su turno, hay papeleras, se cruza cuando el semáforo se pone en verde... Singapur es una ciudad-estado oasis. Pero no hay paraíso sin su serpiente, Singapur es una ciudad cara, muy cara. Así que tres días son suficientes para conocer este país tan pequeño como su capital.

Lo más impactante de Singapur es su skyline, todos los edificios están construidos según las normas del feng shui, lo que le da un aspecto ordenado y pulcro. Y por la noche se iluminan, algunos incluso tienen un pequeño (y algo pobre) espectáculo de luces.

En Singapur vive gente de todas partes del mundo. Especialmente notorias son la comunidad india y la china. También aquí, como pasaba en Malasia, cada comunidad tiene sus propios templos. Lo que más nos sorprendió fue ver chinos haciendo su clásica oración (manos juntas en posición de rezo sujetando incienso y moviéndose del pecho a la cabeza) frente a un templo hindú (¿?)
Por lo que a nosotros respeta, nos alojamos en Little India, ¿Dónde si no? Una Littel India llena de indios vestidos ellas con sus saris ellos con sus clásicos pantalones de pinzas y su moda ochentena, con olor a especies, pero limpia, una India limpia, un choc para los que hemos estado en India, en la real.
Nos despedimos de Singapur con los deberes hechos, lo hemos visto todo. Y salimos en avión desde un aeropuerto que quizá Barcelona empiece a soñar alrededor de... 2035.

G&C