jueves, 26 de enero de 2012

HO CHI MINH "Saigon para los amigos"


HO CHI MINH
Saigon para los amigos

Antes de empezar este post hay algo que tenemos que decir, algo que se nos olvidó mencionar en el post anterior y, aunque a algunos les parecerá oportuno, seguro que no contará con la aprobación de todos: ¡Carles se ha afeitado!

Antes y despues
 Dicho esto, empecemos:
Cuando viajas conoces a mucha gente, gente de todas partes del mundo que por una razón o otra están en el mismo momento que tu en el mismo sitio. Y esto es lo que te une a esas personas. A veces eso es lo único, otras veces hay muchísimas otras cosas.

A nuestra llegada a Saigon (su actual nombre es Ho Chi Minh pero los locales la llaman, y de seguro la seguirán llamando mucho tiempo, Saigon) conocemos a David, es una de las siete personas con las que compartimos la habitación, y él nos presenta a su compañera de trabajo y al novio de esta. Y con ellos nos vamos al día siguiente a ver los Cu Chi túneles, asombrosas y claustrofóbicas construcciones bajo tierra en las que se escondían los soldados del vietcong durante la guerra. y el Museo de la Guerra, lleno de muestras de los horrores de dicha guerra.
                      
Pero no nos engañemos, un par de cooperantes de ONG empeñados en potenciar el turismo ornitológico y obsesionados con la observación de aves no tiene nada en común con nosotros más que un sitio y un momento. 
En cambio un poco más tarde cuando cae la noche y buscamos uno de esos bares de taburetes de palmo donde tomar unas cervezas a 10.000 dongs conocemos a Juliane (Austria) y Javier (Los Angeles). Los bares a los que nos referimos son un habitual de las ciudades vietnamitas. Alguien que tiene un local minúsculo saca a la acera un curioso mobiliario compuesto por taburetes y mesas de plástico de reducido tamaño e intenta sentar al mayor numero de personas posibles. Así que, quieras o no, acabas conociendo a tus vecinos.
Al poco tiempo de estar hablando con Juliane y Javier aparece Henrik (Noruega), y se une a la conversación la mesa que tenemos delante. A todos ellos y a los que van apareciendo después, como Manuele (Alemania), la pareja de Seattle o el noruego de padres filipinos, debe unirnos algo más que el tiempo y el espacio porque se convierten en nuestros amigos durante las 3 noches siguientes (alguno seguro que durante más tiempo).


En realidad la Saigon de día no la vemos demasiado, el segundo día nos vamos a pasarlo al delta del Mekong. En Vietnam la forma más económica de ver según que sitios es contratar un tour en una agencia de viajes. Que conste en acta que odiamos los tours pero este nos sale bastante bien. Como estamos en la semana del fin de año vietnamita no hay demasiada gente, así que podemos disfrutar de un delta sin apenas barquitos de turistas y de un bonito y solitario paseo en bici por una de las islas. De lo que no nos libramos es de los shoppings. De repente, no sabes cómo, estás en una demostración de algo, en este caso de cómo se hace la miel o cómo se ralla el coco, para después pasar a la tienda que curiosamente contiene productos hechos con coco o miel. Ni tampoco nos libramos de las canciones. Una familia nos deleita con sus voces a cambio de una propina (aunque en este caso la propina nos la deberían dar a nosotros).


A las 7 de la tarde hemos quedado en vernos con Juliane, Javier, Henrik y los demás en los taburetes para ir todos juntos a ver los fuegos artificiales que celebran el fin de año lunar. Los fuegos en sí no son nada del otro mundo pero ver las miles de motos que normalmente circulan por las calles de Saigon pararse en medio de la carretera a contemplarlos resulta algo impresionante.
Nuestro último día en Saigon es una mezcla de sentimientos, por una parte desearíamos no tener el bus esa noche y poder quedarnos a cenar con Juliane y Henrick en el callejón de los batidos y por otra esta el hecho de que nuestro siguiente destino son las paradisiacas playas de la isla de Phu Quoc.
G&C

lunes, 23 de enero de 2012

MUI NE "El desierto junto al mar"

MUI NE
El desierto junto al mar.

Mui Ne es un pueblo de pescadores y windsurfistas. Los primeros viven y trabajan en Mui Ne todo el año, los segundos aparecen cuando sopla el viento. Y entre todos forman el collage que define esta pueblo costero al sur de Vietnam donde, por fin, vemos el sol. Y es un sol brillante que eleva los termómetros a 30º y nos regala tres buenos días de playa con bronceado incluido, y maravillosas puestas de sol.
Pero Mui Ne, además, tiene una particularidad muy curiosa: un desierto junto al mar. Si alquilas una moto en la playa puedes adentrarte un poco en el pueblo para ver este curioso antojo de la naturaleza. Un desierto de dunas justo en frente del mar.


Por cierto, el desierto es de los niños. Cuando te ven llegar aparecen des de todos los rincones para indicarte donde puedes dejar la moto totalmente gratis solo tienes que consumir algo al regresar. O te ofrecen deslizadores (un trozo de plástico con el que puedes tirarte por las dunas). Y se pelean entre ellos y te siguen para que les alquiles el trozo de plástico y tienes que acabar prometiendo que se lo alquilarás al que se quede más quietecito junto a la moto (puede ser que al regresar uno de los niños se haya quedado sentado en la moto todo el rato y te diga que te la ha estado guardando y te haga tanta gracia que le des 1000 dongs -o sea... nada- para verlo irse triunfante).


Tres dias de playa, pescado fresco, desiertos y puestas de sol después, llegamos a Ho Chi Minh (Saigon) donde entre otras cosas pasaremos el fin de año lunar (¡Happy New Year again!).


G&C

jueves, 19 de enero de 2012

HUE y HOI AN "La maldición del mal tiempo"

HUE y HOI AN
La maldición del mal tiempo

Llegamos a Hué. Llueve. Hemos llegado antes de lo previsto y los del hotel no han venido a buscarnos todavía. Esperamos un poco. Sigue lloviendo. Al final nos dejamos convencer por un par de conductores de tuc-tuc que piden llevarnos ellos al hotel. Entre los dos reúnen 200 años y 3 dientes. Uno de ellos se sabe una frase en inglés: Happy New Year. El otro la repite como puede: Apiiiiuer. Evidentemente nos llevan al hotel que ellos quieren, que no que a este no, que tenemos una reserva hecha. Y finalmente llegamos. Aún llueve. Y los centenarios desdentados se enfadan porqué les pagamos lo pactado y no más.  La habitación es grande, tiene baño y minibar gratis. ¡Perfecto! porqué con la que está cayendo vamos a pasar aquí más horas de lo previsto.

El máximo atractivo de Hué es la Citadella. Algo muy parecido a la Ciudad Prohibida de Beijing, aunque más accesible, no tan abarrotado de turistas y mucho menos cuidado. Conseguimos verla un ratito que amaina. A parte de alguna pequeña caminata buscando un súper (un Bajo un momento a por algo de comer y ahora vuelvo que se convirtió en un me mandan al otro lado de la ciudad a una especie de Corte Ingles donde hay el mayor súper jamás visto, me pierdo para volver y tardo 2 horas mientras tu estás a punto de llamar a la policía, a los bomberos y a la CIA) el resto de los dos días los pasamos poniéndonos al día con el cine que no vimos el tiempo que estuvimos ahorrando para hacer este viaje.

Y de Hué nos vamos a Hoi An. Llegamos que ya ha oscurecido. Esta lloviendo. Aún así, un pequeño pueblecito de costa lleno de farolillos de colores y de lucecitas, de restaurantes bonitos y artesanía nos parece soborno suficiente para alargar nuestra estancia una noche más. ¡Que somos personas! Y las luces de colores nos vuelven locos como a todo hijo de vecino. Y deja de llover.




Además de un bonito pueblo Hoi An tiene playa, y río, y arrozales. ¡Todo muy vietnamita! Pasamos unos días tranquilos antes de dirigirnos por fin a la playa. Mui Ne allá vamos.



G&C

domingo, 15 de enero de 2012

HANOI "La ciudad de las motos"

HANOI
"La ciudad de las motos"

Hanoi es la ciudad con más motos per capita (dato inventado pero muy probable). Eso es lo primero que sorprende de Hanoi, lo segundo: su tamaño. Al llegar al hotel nos recibe un simpatiquísimo staff que nos sonríe mucho muchísimo, nos ofrece un vaso de agua y nos da un mapa donde nos señala lo más destacado de Hanoi. Para nuestra sorpresa se llega a pie a todas partes. Así que apuramos nuestro vaso de agua y como hemos llegado al atardecer nos vamos a ver el Night Market. Una mujer muy ingenúa intenta quitarnos la cartera... ¡Ay señora! A nosotros nos va usted a robar... A nosotros... ¡que no llevamos ni un duro!
Al día siguiente el staff del hotel nos da otro vaso de agua. Nos lo bebemos y nos dirigimos, antes que nada, a ver a Ho Chi Min, bueno, a su cuerpo embalsamado. Por el camino nos encontramos un señor que vende guías, pero eso es otra historia... Llegamos tarde, han cerrado. Volveremos mañana. Miramos el mapa, hay una enorme pagoda dibujada en él, la One pilar pagoda. Y nos dirigimos hacia ella. Nos cuesta un poco encontrarla y un mucho creer que esa es la enorme pagoda del dibujo. ¡Es muy pequeña! Pero está sobre un pilar así que tiene que ser esa. La visita acaba rápido. Volvemos a mirar el mapa, hay otra pagoda dibujada, allá vamos. Esta es un poco más grande, aunque no mucho más.

-

¿Y ahora qué?
-Ahora ya está. No hay más dibujos en el mapa.
En una mañana hemos visto lo más importante de Hanoi. Ahora sólo nos queda disfrutar de la ciudad. Pasear cerca del río, comer noddle soup sentados en diminutos taburetes en la acera, volver al hotel a descansar y a que nos den otro vaso de agua, y preparar nuestro viaje a Halong Bay, un crucero por la Bahía que durará 3 días y 2 noches.
(En el post anterior se detalla nuestra estancia en Halong Bay y alguna que otra anécdota).
Pasados esos 3 días volvemos a Hanoi. Esta vez si conseguimos llegar a tiempo para ver el cuerpo inherte del que fuera gobernante y unificador de Vietnam. Hay que descubrirse la cabeza y pasar en fila de a uno y sin detenerse. El señor esta expuesto dentro de una vitrina, tumbado y vestido de gala. Parece de cera.
Luego paseamos por el lago (el otro lago, que hay dos) y por callejuelas pequeñas llenas de increíbles boutiques de moda al más puro estilo Barrio Gótico de Barcelona junto a tiendas de chatarra y galerías de arte. Y volvemos al hotel para recoger las maletas e ir a buscar el tren rumbo Hué. Antes, pero, nos dan un vaso de agua.


En el tren, como siempre, elegimos las literas de arriba del todo, son las más baratas pero  tienen un compartimento para dejar las mochilas! El problema es que uno no puede sentarse en ellas. La única postura realizable es la de ir tumbado. Así que 14 horas después llegamos tumbados a Hué.

G&C

miércoles, 11 de enero de 2012

HALONG BAY "Por reyes un crucero"

HALONG BAY
Por reyes un crucero

Quizá fuera el olor o algún color, quién sabe, puede que ambas cosas, pero al poner el primer pie en suelo vietnamita lo supimos: "Vietnam nos va a gustar".


Lo que aún no sabíamos es que Hanoi nos iba a enamorar. Esperábamos encontrar una gran ciudad, una capital cualquiera "Dos días y nos vamos", pero en lugar de eso dimos con una ciudad pequeña de casitas bajas y gentes amables. Cosas de llegar a los sitios sin guía. Por suerte la primera mañana en Hanoi nos cruzamos con un hombre en bicicleta que vendía guías.
-Mira a ver si tiene la del sud este asiático.
-No, no la tine. South east asia?
-Yes, yes, wait, here.
-Que dice que esperemos que va a por ella. Mira como corre.
Y un rato después vuelve, esta empapado en sudor pero lleva la guía. Regateamos y al final la sacamos muy barata.
-Menos de la mitad de lo que costaba en China.
-Y es nueva, ¡embalada y todo!
-Y de finales de 2010.
-¡Qué buena compra!
Con guía nueva nos vamos a ver el cuerpo embalsamado de Ho Chi Minh, algo que a Carles tiene fascinado, no sabemos de dónde le viene esa pasión por los dictadores comunistas muertos, pero si no hubiésemos llegado tarde este seria el segundo en 2 meses.
-The entrance?
-Close, today, close. Tomorrow.
-Que dice que hoy han cerrado, ¿Qué hora es?
-Las once.
-¿Las once? Y a que hora hay que venir a ver a los muertos?
-No sé, a ver miralo en la guía.
Y la desembalamos.
-Pero... esto es...
-A ver... ¿esto es?
-Si, si... esto es...
-¡UNA FOTOCOPIA!
-¿La han fotocopiado? ¿Entera?
Y nos reímos. Podríamos habernos enfadado y mucho, nos acaban de colar por nueva la fotocopia de una Lonely Planet, pero nos da por descojonarnos.
-Fíjate si han tenido el detalle de fotocopiar en color las fotos!
-Si es que son majos los vietnamitas...
Y sin poder parar de reír seguimos nuestra visita por Hanoi, pero ya habrá tiempo de hablar de Hanoi, en 3 días estaremos de regreso. ¿Y estos 3 días? Pues estos 3 días los pasamos en Halon Bay.


Dice la leyenda que muchos años atrás dos dragones bajaron del cielo y se posaron en el mar para proteger a los vietnamitas de las invasiones marítimas de los chinos (la leyenda no aclara porqué iban los chinos a conquistar Vietnam por mar teniendo más de 1.000 kilómetros de frontera terrestre). Así que podríamos decir que Halong Bay es un mar del que salen abruptas montañas como si fueran el lomo de un dragón, o como si fueran setas. O podríamos decir, para entendernos, que es como el planeta Namac. Bueno, o podríamos poner una foto y que cada cuál saque sus parecidos.



Y por este espectacular paisaje hemos estado navegando estos tres días. Crucerito regalo de navidades que incluía paseo en Kayak, visita a una cueva llena de estalactitas y estalagmitas, pesca desde el barco, karaoke, parada en la isla de los monos, paseo en bici por otra isla... Por cierto, lo único que pescamos fueron unas cervezas a una mujer de 80 años que vendía de todo desde su bote.












¡Vamos que hemos estado regalados! ¡Gracias family!
Y ya de vuelta a Hanoi nos vamos a dormir pronto que mañana hay que madrugar para ver al embalsamado!

G&C