lunes, 2 de julio de 2018

DIA 08: MARINA DI MASSA - CAVRIGLIA

Hoy nos toca cambiar de alojamiento. Así que dedicamos la mañana a volver a meter todas nuestras cosas en el coche y a viajar hasta un pequeño pueblo de la Toscana llamado Cavriglia.


Al llegar a la Residence Erbolí creemos que nos hemos equivocado "No puede ser aquí, esto es muy bonito". Pero sí, es aquí, pero no podemos hacer el chek in hasta las 14h. Así que, con el coche cargado hasta los topes y los niños dormidos, damos media vuelta y nos vamos a buscar un sitio donde comer.

Montevarchi, el pueblo más cercano, parece un pueblo fantasma, ni un solo restaurante abierto. Estamos a punto de desistir cuando al girar una calle encontramos la que debe ser la plaza del pueblo, y allí si, allí hay un restaurante y medio. Y al final comemos bien y todo.
La tarde la dedicamos a instalarnos y a relajarnos en la piscina.




LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

"Hacer chapuzones" en la piscina.


DÓNDE COMEMOS Y DÓNDE DORMIMOS:

Comemos en el Via Roma 7, en Montevarchi. Como llegamos con hambre nos decidmos por una tabla de embutidos y quesos, un plato de pasta para B y ensaladas para nosotros. Nos cuesta 55€ y comemos muy bien.
Dormimos en la Residence Erboli, un complejo de 14 casitas típicas de La Toscana, entre los viñedos de la región Chanti. El apartamento tiene dos habitaciones, baño completo, cocina, comedor y una terraza propia. Además hay piscina y una zona común con tele, sofás, maquinas de vending y un billar.
Cenamos lo que cocinamos nosotros mismos en nuestra cocina.


INFORMACIÓN ÚTIL:

Marina di Massa - Cavriglia: 1h 55min
Peajes: 14€
Comer en el Via Roma 7: 55€

domingo, 1 de julio de 2018

DIA 07: MARINA DI MASSA - CINQUE TERRE - MARINA DI MASSA

El día empieza muy bien. Tenemos planazo. El Cinque Terre: un conjunto de 5 pueblecitos de costa muy pintorescos a los que solo se puede acceder en tren o en barco. Parece el plan perfecto y no muy difícil de llevar a cabo peeeeeero no sale exactamente como habíamos planeado.
 La idea es ir hasta La Spezia, el pueblo desde donde salen el tren y el barco, y buscar el punto de información turística, dejarnos asesorar sobre nuestras posibilidades para visitar el Cinque Terre y empezar nuestra excursión. ¿Parece un buen plan, no? Pues no. Llegamos a La Spezia, encontramos el punto de información turística pero no hay nadie dentro ni nadie parece saber porqué no hay nadie dentro. Decidimos seguir las indicaciones de la carretera hacia otro punto de información turística, tuerce a la derecha, luego a la izquierda, otra vez a la izquierda y... "¿Por aquí?" "Si es una calle peatonal". Resolvemos que Gemma bajará del coche e irá a preguntar mientras los demás dan una vuelta con el coche. Mal plan de nuevo. El punto de información turística está dónde Cristo perdió el gorro, así que cuando Gemma llega, lleva ya 20 minutos andando y más de medio pueblo cruzado. La chica de la información habla algo de inglés y básicamente nos informa de que visitar el Cinque Terre con un cochecito de bebé es, de nuevo, mala idea. Hay un camino que une los cinco pueblos, pero está lleno de escaleras y es algo complicado. Hay uno de los pueblos con playa al que podemos ir fácilmente en tren, nos lo recomienda, pero aclara que preguntemos en la estación que hay un punto de información dedicado solo al Cinque Terre. ¡Pues genial, haber empezado por ahí!


Quedamos en la estación de tren, pero cuando Carles llega, con el coche llenos de niños que no paran de llorar, se da cuenta de que se ha equivocado de estación. Mientras, a Gemma le han vendido un tíquet para visitar el Cinque Terre que permite parar en todas las estaciones e incluye wi-fi. Genial, si no fuera porqué solo veremos uno de los pueblos y casi no tenemos batería en los móviles.
Cuando nos encontramos Carles lleva tal drama en el coche que está a punto de salirse de él y dejarlo allí mismo. Y para rematar, el parking de la estación está a tope. Damos un millón de vueltas, nos metemos sin querer en una zona peatonal y aparecen de la nada dos secretas enseñándonos la placa, un millón de vueltas más y al final encontramos un parking. Aparcamos y preguntamos dónde estamos "Excusa, la estación?" "Puedo pediros un taxi si queréis" "¿Un taxi?¿Really?" Decidimos que el día ya va bastante mal cómo para pagar un taxi y decidimos ir andando cómo si hubiésemos aparcado al lado. Gemma vuelve a andar el mismo camino exacto por segunda vez.
Finalmente llegamos a la estación, el tren pasa enseguida, y en 20 minutos llegamos. Y ya todo mejora. El pueblecito es bonito y, aunque comemos regular, la playa es bonita y pasamos un día muy agradable.

La vuelta es mucho más fácil y acabamos recordando un buen día de playa.





LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

Ir a la playa.


DÓNDE COMEMOS Y DÓNDE DORMIMOS:

Comemos en un restaurante de Monterosso de lo más normalito.
Dormimos en el Camping Dolce Sole, (en Marina di Massa) un camping pequeño con cabañas de madera, sin baño. Tiene cocina y nevera también fuera de las cabañas.


INFORMACIÓN ÚTIL:

Marina di Massa - La Spezia: 47 min
Peajes (ida y vuelta): 7€
Hay un bono para visitar en tren el Cinque Terre desde La Spezia. Te permite hacer tantas paradas como quieras entre los cinco pueblos pueblos del Cinque Terre en un día e incluye wi-fi. Hay que validarlo antes de subir al tren en unas maquinas verdes que hay en el andén de todas las paradas. Cuesta 16€ por adulto. Los niños no pagan.
Monterosso es el más occidental y el más poblado de los Cinque Terre. En el se encuentran también las playas más extensas de la región. Monterosso se sitúa en el centro de un pequeño golfo natural, protegido por una modesta escollera artificial.
La hamaca en la playa de Monterosso cuesta 10€.

jueves, 28 de junio de 2018

DIA 06: MARINA DI MASSA - PISA -MARINA DI MASSA

Uno de los hitos del viaje era ver Pisa, bueno la torre de Pisa. Así que no lo demoramos más. Nos despertamos pronto, no por ir a Pisa, sino porqué tenemos dos hijos con alergia a dormir que antes de las 7 de la mañana ya nos están metiendo el dedo en el ojo, que suena a frase hecha pero es bastante literal.

Desayunamos en la terracita de la cabaña porqué como dice B “aquí no tienen comedor”. Y salimos hacia Pisa. Muy cerca de la torre encontramos un parking. Al tío de la gasolinera le sobraba un poco de terreno y se saca un sobresueldo cobrando 7€ por dejar el coche bajo los árboles todo el día.
La torre de Pisa está a unos 100 metros tirando largo, pero tardamos media hora tirando bajo en llegar. Primero hay que comprar crema de sol en la farmacia y un sombrero para B y convencerla de que camine, “pero hacia delante”, “no hacia allí”, “por aquí”, “sigue recto”, “por dónde va papá”, “¿dónde vas?”
La Torre de Pisa forma parte de un conjunto arquitectónico formado por la Catedral de Pisa, la Torre de Pisa y algún edificio más.




Visitarla por fuera es sencillo y gratuito. Por problemas de logística nosotros no podemos subir así que no nos preocupamos por saber cuánto cuesta subir (www.google.com).



Damos una vuelta y sacamos un montón de fotos, pero ninguna es una de las dos fotos oficiales: empujando la torre de Pisa o aguantando la torre de Pisa, y es que parece que en el mundo solo hay dos tipos de personas: los que empujan y los que aguantan. Nos vamos sin descubrir de que tipo somos.

Detrás de la Torre hay un paseo peatonal con millones de restaurantes todos iguales en los que sirven pizza y pasta (¿qué si no?) Nos cuesta decidirnos porqué en todos hay lo mismo y tienen el mismo precio. Elegimos uno al azar y comemos pizza y pasta (¿qué si no?).


Volvemos al camping. Hace calor, el camping no tiene piscina y empezamos a valorar la opción de coger el coche e ir en busca de una playa, pero “no creo que haya playas por aquí”, “la más cercana estará lejísimos”... Se lo preguntamos al del camping, por descartar, y porqué los de la cabaña de al lado van con el bañador puesto. Muy sospechoso. “Excusa, ¿una playa por aquí, no habrá?” Y la respuesta atónita del del camping nos deja a cuadros: “Al final de la calle”. “¿De esta?” Pues sí amigos, al final de nuestra calle está la playa, y también un pueblo típico de playa, con su millón de tiendecitas de sombrillas y su trillón de turistas cargados con neveras, flotadores, toallas y pareos. No, no estamos perdidos en medio de la montaña en un camping de hippies, estamos alojados en el culo de un pueblo de playa en el camping de unos hippies. Muy nuestro rollo.
Pasamos la tarde en la playa. Y volvemos al camping a cenar y a dormir.




LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

Según sus propias palabras: “A mi me ha gustado mucho la Torre de Pisa, como a papá”


DÓNDE COMEMOS Y DÓNDE DORMIMOS:

Comemos en un pizzería en Pisa, que es igual a todas las demás y cenamos en el camping lo que hemos comprado en el super.
Dormimos en el Camping Dolce Sole, (en Marina di Massa) un camping pequeño con cabañas de madera, sin baño. Tiene cocina y nevera también fuera de las cabañas.



INFORMACIÓN ÚTIL:

Marina di Massa – Pisa: 38 min
Parking en Pisa: 7€ todo el día
Comer en pizzeria en Pisa (x3): 55€
Camping Dolce Sole- playa: 5min



sábado, 23 de junio de 2018

DIA 05: SAINT JENNET – MARINA DI MASSA

Después de dos horas de hacer maletas, desayuno, tuppers y papilla, emprendemos el viaje. Hoy toca coche. Casi 4 horas que recorremos del tirón. Solo paramos en una gasolinera a mear y cambiar el pañal de R. Nos apetece llegar lo más pronto al nuevo camping y “relajarnos” un poco. Un secreto: si viajas con niños olvídate de relajarte. De nada.

El camping Dolce Sole es un camping pequeño y familiar. Las casitas de madera se ven muy nuevas y aunque son pequeñitas nos parecen muy acogedoras. Hay una zona con neveras y fogones, la casita de los baños y duchas y un bar.

Llegamos con hambre y con los tuppers hechos. En un momento estamos instalados. Comemos y nos echamos una buena siesta.


Por la tarde Carles y B se van al super, un Carrefour enorme. Y se tiran un buen rato. Prueban los toboganes de muestra, compran sandalias para B, vuelven a “la zona de verduritas” a por comida porqué “papa aquí es la zona de cosas, la fruta está en la zona de verduritas” y llegan cargadísimos al camping.

Carles prepara hamburguesas para cenar y nos vamos a dormir. A B le ponemos el colchón en el suelo para asegurarnos que esta noche no se cae.


LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

Sus sandalias nuevas!!


DÓNDE COMEMOS Y DÓNDE DORMIMOS:

Comemos y cenamos en el camping lo que nosotros mismos cocinamos.
Dormimos en el camping Dolce Sole, (en Marina di Massa) un camping pequeño con cabañas de madera, sin baño. Tiene cocina y nevera también fuera de las cabañas.



INFORMACIÓN ÚTIL:

Saint Jennet-Marina di Massa: 4h
Peajes: 35€
3 noches en el Camping Dolce Sole (para 4): 180€
En Marina di Massa hay un Carrefour enorme dónde hay de todo.

jueves, 21 de junio de 2018

DIA 04: SAINT JENNET – MONACO – SAINT JENNET

Carles se despierta antes que nadie, está impaciente, hoy vamos a Monaco. Quiere ver el circuito de Monte-Carlo entero, curva a curva e imaginarse que, en lugar de empujando un cochecito y tirando de una niña, va montado en un monoplaza a toda velocidad.



Llegamos a Monte-Carlo y lo primero que nos sorprende es la cantidad de pisos y casas que hay apelotonados todos en la ladera de la montaña. Parece que la montaña esté edificada entera. Buscamos un parking dónde dejar el coche y nos perdemos intentando salir de él. Como está escarbado en la montaña tiene salida por la arriba y por abajo.



Monte-Carlo es muy pijo, y por algún motivo tonto-social, los turistas que lo visitan se visten con sus mejores galas como si ellos también acabaran de aprcar el Masserati en el puerto...
Nos encontramos con el famoso casino, en un ambiente raruno entre lujoso y turístico y le sacamos alguna foto.



Visitar Monaco con un carrito de bebé no es fácil. Hay muchas escaleras por todas partes y hay que ir buscando los ascensores. Pero conseguimos llegar hasta el túnel, la curva Loewe y otras curvas con nombre de bolso del circuito para que Carles esté contento.



Descubrimos un parque bonito, de estilo oriental donde parar a darle la papilla a R. Para los demás elegimos el Starbucks, Gemma necesita café, mucho café y B quiere una galleta. No conocemos galletas más grandes que las de Starbucks y no queremos jugárnosla con los precios de los restaurantes de por aquí.


Volvemos a casa después de perdernos varias veces siguiendo google maps para encontrar el coche. Al llegar al camping nos sorprende un chaparrón que casi inunda el super en el que Carles ha ido a comprar aceite.
Por la noche B vuelve a caerse de la cama.


LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

La galleta “muy grande” de Starbucks.


DÓNDE COMEMOS Y DÓNDE DORMIMOS:

Comemos cualquier cosa en el Starbucks y cenamos en el camping.
Dormimos en el Camping “Les Cent Chenes”.


INFORMACIÓN ÚTIL:

Saint Jennet- Mónaco: 50min
En Mónaco la gasolina es especialmente cara, hay que asegurarse de no quedarse sin en Mónaco.
Visitar Monte-Carlo con un carrito de bebé es complicado. Es un buen sitio para portear (si no os habéis dejado la mochila como nosotros...)
3 noches en el camping “Les cent chenes”: 228€

Todos los supers cerca del camping están cerrados a partir de las 20h

miércoles, 20 de junio de 2018

DIA 03: SAINT JEANNET – NIZA - SAINT JEANNET

Ha llovido toda la noche y el día se despierta grisáceo. Lo primero es lo primero, nos toca excursión al super. Compramos de todo, o casi, para cocinar comidas y cenas en la casita y reducir así el presupuesto. Desayunamos copiosamente. B quiere ir a la piscina, pero está el día raruno y hace algo de frío, la distraemos todo lo que podemos fingiendo que no sabemos dónde está la piscina y que, por casualidad, nos encontramos con el parque infantil. Pero al final claudicamos y acabamos todos bañándonos en la piscina tan a gusto.



Después de comer y echarnos una siesta histórica de dos horas, volvemos al coche para ir hasta Niza. 


Recorremos el paseo marítimo y nos acercamos hasta la playa. Shit! Nos hemos olvidado los bañadores, pues en ropa interior... Como tampoco hemos cogido la sombrilla que compramos de urgencia en Canes, nos pegamos a la balla del bar de al lado que da algo de sombra.



Después del baño recorremos de nuevo el paseo marítimo, esta vez corriendo, saltando, gritando “B ven aquí” “B cuidado con las bicis” “B sal de esta tienda, que solo estábamos desdoblando camisetas pero no vamos a comprar ninguna”... 



Como perseguir a la fiera está resultando agotador, decidimos volver al coche y poner rumbo a nuestra casita de madera para hacer la cena y... ¡no hemos comprado aceite! No podemos cocinar carne, ni aliñar verduras... Así que paramos en el food truck y volvemos a finguir que ayer no comimos y cenamos pizza y compramos dos pizzas más.


De nuevo dormimos como podemos. B se cae de la cama a media noche.


LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

Correr por el paseo marítimo de Niza.


DÓNDE COMEMOS Y DÓNDE CENAMOS

Cocinamos en la casita la comida y cenamos en el food truck de pizzas que estaciona junto al camping “les cent chenes” todos los domingos y lunes.


INFORMACIÓN ÚTIL:

Saint Jennet-Niza: 35min
El food truck de pizzas estaciona junto al camping los domingos y los lunes.
3 noches en el camping “Les cent chenes”: 228€

Todos los supers cerca del camping están cerrados a partir de las 20h

martes, 19 de junio de 2018

DIA 02: SAINT RÉMY DE PROVENCE- CANES - SAINT JEANNET

Como el día no ha amanecido demasiado soleado, decidimos pasar del último baño en la piscina y embarcar a todo el mundo en el coche. Nos cuesta un par de horas estar listos. La idea es hacer una primera parada en Aix en Provence, un pueblo que se ve que es muy bonito, pero como más bonito es tener a los dos niños durmiendo en el coche, decidimos seguir y tirar hasta Sant Tropez, pero justo pasarnos la salida de Aix en Provence pillamos caravana y los dos niños se despiertan. Decidimos pasar de Sant Tropez y de nuestros principios y sacamos el ipad para que B vea una película.
Al final paramos en Canes, que así sin festival ni nada, pues se queda en pueblo de playa del montón, con su paseo marítimo, su playa, su feria de verano, y eso sí, un paseo de la fama con manos marcadas en el cemento. Pasamos un buen rato en la playa, lejos de la orilla, que es lo que tiene ir a la playa con carrito de bebé, que por la arena no circula.






Llegamos al camping casi a las 7 de la tarde y porqué nos llaman para “recordarnos” que la recepción cierra a esa hora. Dos chicas muy jóvenes con un cartelito en el pecho con sus nombres y todas las banderas de la Unión Europea nos reciben. Las banderas son puro atrezzo, solo hablan francés. Nos enseñan nuestra casita de madera y lona. Nos encanta. Incluso sin entender nada de las normas del camping ni de los servicios que ofrece. Tiene dos habitaciones, una con cama de matrimonio y la otra con una litera; y nos han puesto una cuna, a petición nuestra (cuando preparábamos el viaje aún creíamos que R sería de esos bebés que a los 7 meses duermen del tirón, y no como su hermana...). Tiene baño propio y hasta cocina. Genial, si no fuera porqué hemos llegado tan tarde que el super ya está cerrado. Por suerte los domingos el food truck de pizzas estaciona a 5min del camping. Hacemos como que no nos acordamos de que hemos comido pizza y cenamos más pizza.



LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

Las aceitunas de la pizza...


DÓNDE DORMIMOS Y DÓNDE COMEMOS:

Dormimos en el camping “Les cent chenes”, en una casita de madera y lona que nos encanta. El camping tiene piscina y un pequeño parque infantil con dos columpios y dos casitas.

Comemos en Cannes en la pizzería Cresci en el puerto, unas pizzas buenísimas y por la noche cenamos pizzas del food truck que estaciona junto a nuestro camping.




INFORMACIÓN ÚTIL:

Saint Rémy de Provence-Cannes: 2h
Cannes- Saint Jennet: 40min
Peajes: 22€
Comer en la pizzería Cresci 3 pizzas, una ensalada y dos cervezas: 50€
El food truck de pizzas estaciona junto al camping los domingos y los lunes.
3 noches en el camping “Les cent chenes”: 228€

Todos los supers cerca del camping están cerrados a partir de las 20h