jueves, 28 de junio de 2018

DIA 06: MARINA DI MASSA - PISA -MARINA DI MASSA

Uno de los hitos del viaje era ver Pisa, bueno la torre de Pisa. Así que no lo demoramos más. Nos despertamos pronto, no por ir a Pisa, sino porqué tenemos dos hijos con alergia a dormir que antes de las 7 de la mañana ya nos están metiendo el dedo en el ojo, que suena a frase hecha pero es bastante literal.

Desayunamos en la terracita de la cabaña porqué como dice B “aquí no tienen comedor”. Y salimos hacia Pisa. Muy cerca de la torre encontramos un parking. Al tío de la gasolinera le sobraba un poco de terreno y se saca un sobresueldo cobrando 7€ por dejar el coche bajo los árboles todo el día.
La torre de Pisa está a unos 100 metros tirando largo, pero tardamos media hora tirando bajo en llegar. Primero hay que comprar crema de sol en la farmacia y un sombrero para B y convencerla de que camine, “pero hacia delante”, “no hacia allí”, “por aquí”, “sigue recto”, “por dónde va papá”, “¿dónde vas?”
La Torre de Pisa forma parte de un conjunto arquitectónico formado por la Catedral de Pisa, la Torre de Pisa y algún edificio más.




Visitarla por fuera es sencillo y gratuito. Por problemas de logística nosotros no podemos subir así que no nos preocupamos por saber cuánto cuesta subir (www.google.com).



Damos una vuelta y sacamos un montón de fotos, pero ninguna es una de las dos fotos oficiales: empujando la torre de Pisa o aguantando la torre de Pisa, y es que parece que en el mundo solo hay dos tipos de personas: los que empujan y los que aguantan. Nos vamos sin descubrir de que tipo somos.

Detrás de la Torre hay un paseo peatonal con millones de restaurantes todos iguales en los que sirven pizza y pasta (¿qué si no?) Nos cuesta decidirnos porqué en todos hay lo mismo y tienen el mismo precio. Elegimos uno al azar y comemos pizza y pasta (¿qué si no?).


Volvemos al camping. Hace calor, el camping no tiene piscina y empezamos a valorar la opción de coger el coche e ir en busca de una playa, pero “no creo que haya playas por aquí”, “la más cercana estará lejísimos”... Se lo preguntamos al del camping, por descartar, y porqué los de la cabaña de al lado van con el bañador puesto. Muy sospechoso. “Excusa, ¿una playa por aquí, no habrá?” Y la respuesta atónita del del camping nos deja a cuadros: “Al final de la calle”. “¿De esta?” Pues sí amigos, al final de nuestra calle está la playa, y también un pueblo típico de playa, con su millón de tiendecitas de sombrillas y su trillón de turistas cargados con neveras, flotadores, toallas y pareos. No, no estamos perdidos en medio de la montaña en un camping de hippies, estamos alojados en el culo de un pueblo de playa en el camping de unos hippies. Muy nuestro rollo.
Pasamos la tarde en la playa. Y volvemos al camping a cenar y a dormir.




LO QUE MÁS LE HA GUSTADO A B:

Según sus propias palabras: “A mi me ha gustado mucho la Torre de Pisa, como a papá”


DÓNDE COMEMOS Y DÓNDE DORMIMOS:

Comemos en un pizzería en Pisa, que es igual a todas las demás y cenamos en el camping lo que hemos comprado en el super.
Dormimos en el Camping Dolce Sole, (en Marina di Massa) un camping pequeño con cabañas de madera, sin baño. Tiene cocina y nevera también fuera de las cabañas.



INFORMACIÓN ÚTIL:

Marina di Massa – Pisa: 38 min
Parking en Pisa: 7€ todo el día
Comer en pizzeria en Pisa (x3): 55€
Camping Dolce Sole- playa: 5min



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