KAIKOURA
La cola de la ballena
Ver ballenas no es una empresa fácil. Hay que acertar la época en que éstas se acercan a la costa de Kaikoura, abrigarse, embarcarse y esperar en cubierta hasta que el avistador da la señal de aviso y el barco se acerca a un surtidor de agua en medio del mar. Entonces se empieza a vislumbrar un animal enorme que nada a pocos centímetros de la superficie y que expulsa agua a través de un orificio de su cuerpo. Hay que esperara entonces el momento perfecto: cuando el animal se zambulle. Para hacerlo saca su enorme cola fuera del agua y ahí está la foto deseada. El gran momento.
A Kaikoura llegamos desde Chrischurch cuando ya ha oscurecido y acampamos junto a la costa. Al día siguiente nos levantamos pronto para ir al punto de información a preguntar por los tours a ver ballenas. Hay uno en un par de horas así que damos una vuelta por el pueblo, comemos unos bocadillos y ya estamos listos para embarcarnos. Hay que ir mar adentro hasta la zona de avistamiento y allí servirse tanto del radar como del chico alto con vista de pájaro para localizarlas.
-Allí-grita el chico. Y el barco vira hacia babor. Hace frío y hay que esperar en cubierta. De repente una familia entera de delfines pasan cerca del barco, saltando. También vemos focas y tres ballenas. Una de ellas de tan cerca como es posible. Y aunque pasamos mucho frío, vale la pena.
De regreso Gemma se marea, pero no es la única.
-No quería decírtelo antes porqué estabas mareada pero detrás de ti hay una fila de chinos vomitando en bolsas de papel - Nos reímos. Y nos reímos aún más cuando a los chino se les ocurre darle las bolsas llenas a la tripulación del barco.
De regreso a tierra decidimos ponernos en marcha y conducir dirección a Abel Tasman National Park. De repente nos damos cuenta de que casi no nos queda gasolina.
-No te preocupes, según el mapa hay muchos pueblos antes de llegar, podremos repostar en cualquiera de ellos.
Pero resulta que los pueblos en cuestión son 2 casas y poco más. Ni una gasolinera.
-No llegamos.
Carles conduce a 80km/h y soltando el gas en las bajadas pero aún así empezamos a hacer planes para mañana.
-Uno de los dos tendrá que hacer autoestop hasta la gasolinera más cercana y volver con un bidón.
Cuando de repente aparece una gasolinera. ¡Salvados! Y un poco más allá una de esas áreas de descanso con lavabo en la que pasar la noche gratis. Todo resuelto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario